Para Cada historia de nuestras vidas hay un fin, pero a diferencia de otros fines, el fin de nuestras historias da comienzo a una nueva historia...y asi sera hasta el fin de nuestras vidas y el comienzo de una nueva.

viernes, 15 de agosto de 2008

Glück


Sentimiento Vital, se aprende se descubre, se siente se vive... se reparte y se comparte!!!!!!!


Si dejamos abiertos de par en par los sentidos, nuestro cuerpo y nuestro espíritu, en perfecta sintonía, se dejan invadir por la vida que late en los demás seres, como por arte de magia me siento inundada de paz y fuerza. El orden y la belleza de esa maravillosa sinfonía de la creación en todo su esplendor. Y es que para mi la vida en este momento, en sí misma es un generador constante de alegría.


es un sentimiento vital y donde quiera que este alienta un soplo de vida...No Vivimos solo para ocupar un lugar en el espacio, como algunas personas definen la palabra "VIVIR"...por lo menos no es asi para mi, Tengo razones para vivir, tengo razones para existir, tengo canciones para escribir, tengo una voz y un corazon... tengo un camino para seguir y un amor para compartir....





Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier
circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta, y en el
momento exacto

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi
sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy contra mis propias
verdades

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera
diferente y comencé a ver que todo lo que acontece, contribuye a mi
crecimiento.

Cuando me amé de verdad, comencé a percibir como es ofensivo
tratar de forzar alguna situación, o persona, solo para realizar aquello que
deseo, aún sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada…
inclusive yo mismo.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no
fuese saludable … Personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara
hacia abajo. De início, mi razón llamó esa actitud egoísmo. Hoy sé que se
llama…AMOR PROPIO

Cuando me amé de verdad, dejé de temer tener tiempo libre y
desistí de hacer grandes planes, abandoné los Mega-proyectos de futuro. Hoy hago
lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio
ritmo

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la
razón y, con eso, erré mucho menos veces.

Cuando me amé de verdad, desisti de quedar reviviendo el
pasado y de preocuparme con el Futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es
donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.

Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede
atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mí
corazón, ella tiene una gran y valiosa aliada.